lunes, 14 de enero de 2013

La importancia de decir NO

Ahí radica el secreto del cambio. Por eso estamos como estamos. Nos quejamos, lloriqueamos, salimos a la calle, pataleamos, pero falla algo. Hay un elemento que se nos escapa y que todos conocemos. Se le puede llamar de diversas formas, pero yo lo tengo muy claro. Negación, rebeldía, imposición... o simplemente, no. "No" se por qué tenemos tanto miedo a pronunciarlo, por qué nos paraliza. Con lo sencillo que es decirlo. Prueben conmigo. NO. Ya está; ¿ fue tan difícil?; pues parece que si lo es.

Estamos siendo manipulados, engañados, usados por las altas esferas pero no nos atrevemos a parar los pies a los que pretenden vivir a costa de la ciudadanía. Permitimos todo. Supongo que nos encontramos ante lo que podríamos llamar como " la sociedad permisiva". Tenemos el coco tan comido que aceptamos como algo normal las habituales aberraciones que pasan ante nuestros ojos. Resulta que estamos en una época en la que los valores es lo último que importa. Una época en la que la ética y la educación no tienen ningún sentido, en la que todo lo que aprendiste no sirve para nada. Y lo permitimos. Es lo normal. Ahora eso es lo que hay. Todo el mundo lo acepta y yo también.

El pensamiento de una persona con unos 20 años es el siguiente: "voy a llevarme toda la vida estudiando. Voy a pagarme una carrera, voy a luchar por sacar la mejor nota, voy a formarme luego con un máster, a hacer prácticas, a hacer un módulo, para luego coger todos mis títulos y guardarlos en un cajón". 

Eso es lo que estamos haciendo con nuestras vidas. Guardarlas en un cajón. Esperar a que ocurra un milagro, a que la situación cambie. Pero yo me pregunto, ¿ a qué estamos esperando?; nada va a cambiar si no empezamos por cambiar nuestra mentalidad. Nos parece bien que los políticos  usen nuestros votos para llenarse los bolsillos, aceptamos que los futbolistas cobren millonadas por dar tres patadas a un balón ( y encima aplaudimos cuando lo hacen), seguimos votando a los mismos que nos han llevado a esta trágica situación, y lo que es mucho peor: aún hay quién piensa que queda algún vínculo político que de verdad va a mirar por los votantes... es lamentable.

Pero todo esto no es lo que verdaderamente me indigna. Si no la tomadura de pelo que estamos sufriendo los jóvenes cuando vamos a buscar trabajo. El hecho de trabajar gratis es lo que más gracia me hace. ¿Quién se ha inventado esa estúpida norma? me encantaría ponerle cara para decirle que ha tenido una gran idea. Seguramente ese ser pensó: voy a buscar una buena idea para cargarme el futuro de los jóvenes, para matar a una generación. Y entonces se le iluminó la frente y como si de un rótulo luminoso se tratase, pensó: "trabajar gratis!! está claro que es la solución".

Y así estamos, aquí hemos llegado. Lo peor de todo esto  es que se acepta ser esclavo, y encima tenemos que estar agradecidos de hacer el trabajo gratis a las grandes empresas. Se nos miente con facilidad, se nos promete un puesto que nunca llegará, se nos pone el caramelito en la boca para después darnos la palmadita  en la espalda y decirnos: " muchas gracias por todo, pero vete a tu casa".

Yo no digo que vayamos exigiendo por la vida, ni que empecemos a trabajar cobrando una pasta, pero al menos una cantidad mínima. Incluso estoy dispuesta a entender que el primer trabajo o práctica se haga gratis, pero los que vengan después...ya me parece un abuso. Es que ese no es el camino. Por ahí no llegamos a lo que todos buscamos: construir nuestro futuro. Por ese sendero sólo llegamos al empeoramiento del presente, y a este paso, del más que incierto futuro.

Ya está bien. Vamos a ponernos en nuestro sitio y a dejar de alimentar a todo caradura que se nos ponga por delante. Que estamos manteniendo a mucho caradura, y no somos una ONG. Ya es hora de preguntarse: ¿ quién nos mantiene a nosotros?...

2 comentarios:

  1. :( Crisis y más crisis... de hecho nosotros mismo somos los que permitimos esos abusos...
    Necesitamos planificar y pensar bien nuestra vida, pero depende de como se eduque a los más pequeños, que ideas le metan los padres para que sean como sean unos años más tarde.
    Faltan muchos valores, un cambio que el cual es dificil pero no imposible.

    ResponderEliminar
  2. Nada es imposible, como dices. Difícil si. Y más ahora, que estamos permitiendo que nos pisoteen y no hacemos nada al respecto. Es una pena que lo que ha ocurrido en El Gamonal, en Burgos, sea noticia. Ojalá no lo fuera, porque eso significaría que estamos haciendo algo para frenar este atraco a mano armada al que estamos sometidos.

    ResponderEliminar