miércoles, 12 de febrero de 2014

Lo más en entrevistas de trabajo

Hace ya algún tiempo que me apetecía mucho escribir algo sobre este tema, así que voy a contaros cómo están las cosas en muchas de las entrevistas de trabajo, que pueden surgir a cualquiera, independientemente del ámbito profesional.

Este artículo es un resumen que no es más que el fruto del conglomerado que he podido hacer, entre conocidos, anónimos, y cómo no, personalmente. Antes sólo bastaba tener buenos conocimientos y una preparación para ir con seguridad a este tipo de encuentros, pero en la actualidad, estos requisitos no son determinantes para poder optar a un puesto de trabajo.

Ahora se llevan otras cosas, se estila más hacer baremos entre todos esos jóvenes que parezcan presa fácil a la hora de recibir un sueldo, que ni siquiera llega a ser sueldo, porque es una cantidad ínfima, que traza una línea difuminada entre el bochorno y la precariedad.

Y es que, actualmente, cuando uno va a una entrevista de trabajo sale con la sensación de que le están tomando el pelo, de que se trata de una cámara oculta o del día de los inocentes. No siempre será así, puesto que imagino que todavía queda gente legal, dispuesta a dar trabajos dignos y merecidos salarios, pero yo diría que un porcentaje muy alto se va a sentir identificado con estas palabras.

Por un lado, tenemos " La broma del puesto", por esto entendemos aquellas ofertas de trabajo engañosas, en las que nos venden una cosa en concreto, para después, comentarte en pleno directo que el puesto no es el que tú creías, sino una extraña ramificación, que ha ido derivando poco a poco en lo que ahora resulta que es la nueva oferta.

Evidentemente, cuando esto ocurre, lo mejor que puedes hacer es salir corriendo de ese habitáculo y no escuchar ni una palabra más, porque el tiempo es oro, y mira, para perderlo, nos quedamos en casita sentados en el sofá, y al menos descansamos.

También existe la famosa " Oferta no detallada"; aquí os recomiendo que ni reparéis en enviar vuestro cv. Visualmente es muy fácil de identificar. No es más que una supuesta oferta en la que podrás encontrar mucha palabrería que no te dirá ni el más mínimo detalle informativo que tú necesitas. Uno lee esto y se pregunta el por qué de tan escasa información, pero la respuesta es concisa, ya os podéis imaginar el calvario de puesto que os espera. Ese es el motivo por el que es mejor no decir nada, porque de hacerlo, se tendrían que convertir ellos mismos en pluriempleados. Así que es más sencillo omitir.

Pero el cachondeo no acaba aquí. Te pasas la vida estudiando la carrera, haciendo cursos, que si el máster, que si el experto, te sacas todos los idiomas posibles, haces prácticas gratuitas hasta convertirte en el eterno becario, y resulta que cuando te encuentras en plena entrevista, allí sentado, con esa ropa formal que tanto te ha costado encontrar entre los fondos de tu armario, te dicen en toda tu cara que tienes un pedazo de cv, que se te ve una persona muy preparada pero que lamentablemente, buscan otro perfil con menos preparación. Y si, es en ese instante cuando en tu rostro se refleja la descomposición que estás sintiendo, que te corroe por dentro y te entran ganas de tirar todos aquellos elementos que decoran esa maldita habitación...

Mientras escribo estos párrafos me planteo que es muy preocupante que al narrar hechos como estos, suenen a broma, pero por asombroso que os parezca, aún queda la traca final: " Los cuestionarios que hacen referencia al salario". Si, éstos también existen, aquí no hablamos de leyendas urbanas, sino de realidades, de las que tú has podido ser o podrás ser víctima.

A esto que llegas a la cita y te sientan a esperar como mínimo un cuarto de hora, entonces llega una secretaría ideal de la muerte y te ofrece un cuestionario en el que tienes que explicar tu experiencia en el sector. Hasta ahí bien, pero la cosa va subiendo de tono por segundos. De ahí en adelante puede pasar de todo, desde que te pongan en situaciones ridículas para ver qué opción eliges, tipo: "si un cliente te lleva lo contraria, tú actúas de la siguiente forma: a) el cliente siempre lleva la razón, de modo que asientes y pones la mejor de tus sonrisas; b) le explicas tu punto de vista con educación e intentas hacer entrarle en razón; c) le dices que abandone el establecimiento.

 Si, esto puede rozar el surrealismo, pero no es ninguna locura, porque la cosa va a peor. Sigues leyendo el resto de páginas del cuestionario y ya directamente las preguntas van enfocadas al dinero. Primero para que vayas ordenando tus prioridades( entre las que se incluye la opción económica, la cual por supuesto, debe ocupar el último lugar en el test), para después preguntarte a sangre fría cuánto dinero te gustaría ganar. ¿Cómo?, ¿perdón?, ¿y qué esperan ellos que contestes?; está claro que poco. Tienes que contestar que para ti el dinero no es importante, que te mueres por trabajar como un mulo pero oye, porque te aburres, no porque necesites sobrevivir, ni realizarte como persona; esos pequeños detallitos sin importancia.

Tienes dos opciones, o quedar como el último mono y considerar tu sueldo equitativo al que tendría una hormiga, o echarle cara y referirte a una cantidad económica "aceptable"; aunque en este último caso ya sabes que no pasarás la selección y podrás esperar eternamente a que suene tu teléfono.

En fin, con este artículo no quiero desmoralizar a nadie, porque no siempre es así, y hay empresas con otras políticas y que se rigen por buenos valores, pero como estos casos han sido sonados y narrados por más de una boca, os aconsejo que vayáis con ojo y que os deis cuenta de que las gangas, sueldazos o chollos no existen, y es preferible tener un trabajo del montón, sintiéndose valorado y con un sueldo asequible, que dejarnos embaucar por otros que al final nos pueden salir más caros. 

Ahí va mi reflexión de hoy. Para los que ya trabajéis os deseo suerte, y para los que estéis en ello, mucho ánimo, constancia e ilusión, que todo llega, aunque parezca mentira...





No hay comentarios:

Publicar un comentario