lunes, 4 de febrero de 2013

Sevilla tiene un olor especial...

A impotencia, a injusticia y a podrido. Esto es lo que podéis respirar, si os acercáis a Sevilla o simplemente, si dais un paseo por la capital hispalense. Ya no huele a azahar, ni a naranjas; ahora huele a presente, a realidad.  Esto no es más que el reflejo de lo que estamos padeciendo y permitiendo los ciudadanos; sevillanos y españoles, en general. Es la viva imagen del país que tenemos.  No se me ocurriría una forma mejor de describir visualmente, en lo que estamos convirtiendo España.

Montañas y montañas de basura, se agolpan por las calles de la ciudad. Por cada metro cuadrado encontramos una bolsa azul, que te recuerda que algo estamos haciendo mal. Los bares pierden clientela y por las calles estrechas ya cuesta trabajo andar. Eso sí, a los humanos, porque a las ratas, dudo que les cueste nadar entre las bolsas de basura y abandonar las suculentas alcantarillas, al olor de unos exquisitos deshechos.

Después de unos días de huelga, la empresa Lipasam de Sevilla, ha emitido un comunicado en el que explica a los sevillanos los motivos por los que han decidido llevar a cabo la huelga, y en el que piden perdón. Y yo me pregunto, ¿perdón por qué?; ¿no son ciudadanos ellos también, no tienen derecho a luchar por lo que consideran injusto?





Lo que realmente me asombra, es que haya personas que critiquen la decisión tomada por esta empresa. Si ellos han llegado a esta situación, es porque lo habrán visto oportuno, y porque no están dispuestos a tirar la toalla, a no luchar por sus derechos. Y hacen bien; porque el problema no es que dejen la basura apilada por los rincones y se moleste a los vecinos; la cuestión es que esto es otra muestra más de los efectos colaterales que se pueden producir ante los errores que no resuelven los políticos, a los que elegimos.

¿Alguien puede entender, cómo los trabajadores y Gobierno Municipal, no se han reunido hasta el octavo día de huelga?; es que por más que lo pienso, no me entra en la cabeza. ¿No se supone que los políticos velan por los intereses de la ciudadanía?; es que no me lo está pareciendo, porque una vez más, los perjudicados volvemos a ser los mismos. Hasta que la situación no supera los límites y se lleva a cabo una manifestación, como han hecho los afectados esta misma mañana, no se actúa  en este país.

Es que se supone que estamos respaldados, que tenemos responsables superiores que responden por nuestra ciudad, comunidad autónoma o país; pero es indignante ver cómo nos usan durante el proceso de elecciones, y cómo nos ignoran durante el resto de sus mandatos.

Si  a eso le sumamos que vivimos en un país de chiste, en el que nos hemos acostumbrado a ver como algo normal la mezcla de: corrupción, estafa, robo e ilegalidad; no nos debe sorprender que la población se manifieste y patalee cuando se ve envuelto en un hecho que considera injusto.

Eso están haciendo los trabajadores de esta empresa sevillana; patalear ante lo que ellos consideran una injusticia.¿La pena?, la de siempre. Los mismos perjudicados que soportamos una y mil veces el sinfín de consecuencias que nos comemos a diario y que provocan aquellos que dicen tener unos ideales y una fidelidad a un partido determinado. Esos a los que vemos por la tele ,a diario, y que siguen diciendo que estamos en crisis y  tenemos que arrimar el hombro; esa parte del cuerpo que ellos, quizás, ni conocen....

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